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Apunta a optimizar la calidad de siembra con sus barre-rastrojos. Entre otras ventajas, se mejora la uniformidad y el nacimiento de plantas que impactan en el resultado final.

Charrúa pone, durante la siembra, los cimientos en el rinde que reportan los cultivos al momento de la cosecha.

La empresa apunta, con sus barre-rastrojos a la calidad de implantación que define los rendimientos finales.

Los productos de Charrúa operan con sistema monodisco patentado y se montan delante de las cuchillas de corte de la sembradora.

Cuentan con brazo pivotante para copiar las imperfecciones del suelo y se diferencian por barrer la chala y los rastrojos, sin cortar ni enterrar el material.

Además, los barre-rastrojos permiten regular el ángulo de ataque, de acuerdo con las características del terreno y de los restos vegetales acumulados.

Consecuencias

Las deficiencias al momento de la siembra son inmodificables y repercuten en la performance del cultivo.

Para evitarlas, Charrúa propone equipar las sembradoras con los barre-rastrojos que permiten trabajar con un mayor nivel de humedad.

También brindan una superior uniformidad de siembra porque minimizan la cantidad de semillas depositadas sobre el rastrojo y que, de este modo, tienen muy baja probabilidad de desarrollo y crecimiento.

Asimismo, proporcionan un mejor nacimiento de las plántulas al tener las semillas un hábitat favorable.

Fuente: Mquinac